viernes, 1 de abril de 2005

Torres del Paine: Dia 4 - Rumbo a Perros

Nos levantamos y fuimos a la playa del lago Dickson, mientras esperabamos que se seque la ropa que habiamos lavado la noche anterior. Antes de partir rumbo a Perros llego Luis, un muchacho muy simpático, encargado y único habitante del camping Los Perros, que habia venido a buscar víveres y otros elementos a Dickson y se volvia esa misma tarde. Nos despedimos porque teníamos que partir, y nos prometió que nos volvería a ver en el camino ya que en vez de las 4 horas estimadas, el lo realizaría en mitad de tiempo. Al igual que el día anterior, la parte mas dura fue la del principio. Una empinada subida entre muchas piedras y árboles. Una vez arriba, encontramos la campera del holandés, con una cámara digital Sony, de la queo utilizamos su memorystick para tomar unas fotos (él muy cabrón había dicho que no tenía cuando rogabamos que nos presten una). Al rato lo vimos volver, le dimos su campera y seguimos adelante.

Llego el momento de internarse en un espectácular bosque antiguo Magallánico de lengas y cohiues, tan espectacular como nos lo habian descrito. Caminar por allí recuerda a los libros de Tolkkien. Nos adentramos en una tupida vegetación por unas 3 horas bordeando el río Los Perros. Nos detuvimos a almorzar en una hermosa cascada, el mismo lugar que eligió Luis cuando nos alcanzó. Saliendo del bosque cruzamos el rio Los Perros a traves de un puente colgante y tomamos un sendero de piedras gigantes que nos llevó directamente al indescriptible glaciar Los Perros, que sorpresivamente se aparece con sus singulares témpanos. Es la frutilla del postre para un tramo agotador, pero de los mas atractivos del circuito.

El glaciar Los Perros. Pequeño, calmo, asombroso

Media hora después llegamos al campamento, ya casi sin luz (a las 19 ya es de noche en Abril), y armamos rápido la carpa en un bosque de árboles altísimos. Mas tarde nos únimos al resto del grupo y a Luis que estaban al calor del fuego en una especie de galpón del camping. Pasamos un rato muy divertido mientras cenábamos. Nos interiorizamos acerca del Paso John Garner y sus pantanos previos. Había habido buen tiempo las 48 horas anteriores y la nieve se habia derretido, así que se podía pasar por allí.El viento soplaba muy fuerte. Nos fuimos a dormir. El día siguiente sería muy duro. El Paso nos esperaba...

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