Nos levantamos 7:30hs, durante toda la noche habíamos tenido lluvia y viento. Fuimos al refugio a desayunar un chocolate caliente, y como vimos que no mejoraba el tiempo y que también nos dolían todos los huesos, decidimos tomarnos un día de descanso total. Totalmente recomendado el hacer “nada” en este lugar. A la tarde fuimos al mirador del glaciar a 10 minutos de caminata. Mucho frío y viento. Descansamos un rato y a la noche cenamos con Olga en el refugio. Los encargados se apiadaron de nosotros por el mal clima de afuera y nos dejaron cocinarnos, algo no permitido para quienes se alojan en el camping.
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