El bus al parque nos pasa a buscar bien temprano. A eso de las 10hs llegamos a la portería Laguna Amarga, donde abonamos la entrada al parque y nos registramos indicando nuestras intenciones de permanecer al menos diez días para emprender el circuito grande. De ahí tomamos un transfer hasta la Hostería y Camping Las Torres, cuyo precio incluía una noche de camping de regalo en Las Torres o Serón. En este bus conocemos a Eva y Miguel, una pareja de españoles con quienes compartiríamos la primera parte de nuestro viaje. Una vez en el camping Las Torres, armamos nuestra carpa y preparamos la mochila de día para emprender a las 12:30hs la caminata por el Valle Ascensio que lleva al mirador de las torres, volviendo al camping al final del día. La vuelta al circuíto comenzaría al día siguiente.
La senda comienza detrás de la hostería. Luego de cruzar un pintoresco puente se torna en subida hasta llegar al Valle del Río Ascensio. Desde aquí se tiene una linda vista tanto del valle como del lago Nordenskjold hacia atrás. Poco después pasamos frente al refugio Chileno donde se puede recargar agua en el río. A partir de ahí se continúa por un bosque y a la salida del mismo quedan unos 45 minutos en subida pronunciada entre grandes rocas para llegar al mirador principal.
A las 16hs estabamos contemplando la magnífica vista de las torres, la atracción principal del parque. Los picos estaban casi totalmente despejados, lo que es buena suerte ya que muchos visitantes directamente no pueden ver las torres. Luego de una merienda y las fotos de rigor emprendimos la vuelta sábiendo que no pódiamos demorarnos mucho por la hora en que oscurecía. Lamentablemente a Caro comenzaron a dolerle las rodillas en la bajada y terminamos llegando ya de noche a las 20hs. Por suerte teníamos la carpa armada así que nos hícimos la comida y al rato ya estábamos durmiendo.
Mirador de las torres y su glaciar
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